miércoles, 23 de marzo de 2011

No diga televisión, diga telemierda

Artículo de Daniel Martín, publicado en República de las Ideas, sobre la televisión basura que se hace en España (la televisión española de Berlusconi se lleva la palma, pero forma parte de El Sistema):

Profesionales de la nada

"El pasado viernes, en “Sálvame”, emblema de la telebasura, se representó otra de esas piezas con las que se viene entreteniendo al pueblo: el supuesto amante de Víctor Sandoval –ilustre periodista que, gravemente enfermo, anda metido en una convulsa separación de su marido– acusaba al plumilla de estar perpetrando un montaje para llevarse pasta con la que pagar sus “muchos vicios”.

El amante, que ya había vendido su versión de los hechos a una revista –alucinante el dinero que mueven estas chorradas–, aseguraba que Sandoval le había comentado en numerosas ocasiones que necesitaba urgentemente dinero. Cuando los habituales de “Sálvame” –hijos y padres de la mentira, amantes de la grosería, populares rostros perdularios que otrora habrían poblado los barrios más marginales de una sociedad distópica y desesperada– comenzaron a interrogar al invitado, éste respondió que, como Telecinco le había advertido sobre el horario infantil del programa, debía evitar ciertos temas.

Sin embargo, como detrás de sus palabras se escondían el sexo y las drogas, Matamoros, Milá Ximénez y otros personajes de gran popularidad y desconocida moral insistían en el tema, metían el dedo en la llaga para ver si de la carnaza conseguían extraer algo de carroña. El invitado eventual defendía un horario infantil –la semana pasada se publicó un estudio denunciando la ignorancia sistemática del mismo por parte de todas las televisiones– que los constantes del programa nunca han respetado. El venal, irónicamente, defendía una moralidad que los demás jamás han conocido.

“Sálvame” es uno de los programas más populares de la España del siglo XXI. No es el único en su barriobajero género, pero la presencia de Belén Esteban y Jorge Javier Vázquez lo coloca varios puntos por delante de sus competidores, sobre todo en lo que se refiere al ya citado horario infantil. Tales son sus méritos en el periodismo de calidad y en la corrupción de menores, mayores y alienígenas que ya ganó su más que merecido premio Ondas, lo que motivó las famosas palabras de desquite del presentador que ha hecho del insulto sarcástico, la desvergüenza y la insinuación sexual sus señas de identidad.

Así está España. Telecinco, no muy diferente de Antena 3, fabrica una falsa realidad con la que llenar sus diferentes programas para que los distintos invitados puedan gritar, soltar palabras gruesas, insultar a propios y extraños, y convertir “Torrente 4″ en un alarde de finura y buenas maneras. Que eso lo pueda ver, y lo vea, un chaval de 10 años, no importa. En su día se firmó una declaración deontológica para respetar un horario infantil. Papel mojado. Lo curioso es que tenga que ser un chaval que acaba de vender su alma el que recuerde a los auténticos profesionales del género lo que deberían estar haciendo en ese momento: guardar las formas.

No creo que la televisión corrompa a nadie. Más bien, su envilecida naturaleza muestra lo que su público desea. Es un espejo en el que repugna y aterra mirarse. Que, a las seis de la tarde, Matamoros se líe a insultos y gritos con quien sea, mientras Vázquez o Paz Padilla sonríen divertidos, es más una consecuencia que una causa del envilecimiento de nuestra sociedad.

Como siempre, la solución al problema, más grave de lo que podría parecer, está en la educación, no en medidas restrictivas. Cualquier persona con dos dedos de frente debería indignarse ante un espectáculo tan penoso y apagar inmediatamente la televisión, no volver a ver nunca Telecinco. Ni Antena 3, ni la Sexta… ni la mayoría de los medios de comunicación que sólo sirven a unos intereses empresariales sin nada humano que los sostenga. Educar e ignorar a los ignorantes que nos quieren vender una realidad que, a mi entender, tan solo es un paño rojo que invita a embestir y olvidar los problemas auténticamente serios. La caja tonta no es nada, aunque lo sea todo".

lunes, 14 de marzo de 2011

Nos espera un futuro muy negro (¿o estoy soñando?)

Artículo de Roberto Centeno, extraído de El Confidencial (aunque este artículo que dejo aquí tiene que ser más bien un cuento, porque aquí en este país solo tienen problemas Belén Esteban, el paradigma de la mujer trabajadora, o Mourinho, que se siente maltratado por árbitros, televisiones...):

"Así definía el empresario valenciano Juan Roig la actual situación de nuestra economía en la presentación de resultados de su empresa Mercadona, que por primera vez supera en beneficios a todo El Corte Inglés, y donde hizo suya la frase de Felipe González “¡hagamos de una vez esas malditas reformas!”. Pero nada más lejos de las intenciones de los dos partidos mayoritarios de ésta dictadura partitocrática coronada, para quienes la reforma número uno, sin la cual todo lo demás es absolutamente inútil, ni está ni se la espera. Me refiero al cambio de un modelo de Estado insostenible y corrupto, que despilfarra anualmente el equivalente a un 10% del PIB, y que ha implantado 17 legislaciones diferentes que son una losa para la actividad económica y para la productividad. Como denuncian las grandes multinacionales operando en España “es más fácil mover productos entre Estados europeos que entre las CCAA españolas“.
Y así la cosas, nos encontramos con la rebaja de calificación de Moody´s, ya preparada desde diciembre, y que por deferencia habían esperado a conocer la versión oficial del cumplimiento de deuda de las CCAA, ya que la ministra Elena Salgado les había asegurado que se alcanzarían los objetivos, algo que no ha ocurrido en ocho de ellas, lo que ha llevado a la agencia al convencimiento de que el gobierno es incapaz de controlar el crecimiento de la deuda autonómica y local, y que éste desbordamiento será igual o peor en 2011 y en 2012. Esta ha sido la gota que ha colmado el vaso y que ha llevado a Moody´s a rebajar el “rating” de la deuda soberana española sin ni siquiera esperar a las cifras del Banco de España, o más exactamente, despreciándolas olímpicamente.
Su anuncio sólo unas horas antes de la publicación del BdE no es casual, es un aviso claro de la opinión que les merecen nuestras cifras, “nos da igual lo que digan esta tarde, sabemos que es mentira” ha sido el mensaje. Un razonamiento ampliamente contrastado por la larga y continuada trayectoria de falsedades, ocultaciones y trapacerías por parte del BdE. Moody´s como el resto de agencias de calificación tiene sus propios datos y le da igual lo que diga el BdE, ya que la única certeza que tienen las agencias y bancos de inversión es que las cifras oficiales españolas son falsas, algo que Moody´s explicita en su rebaja ulterior del “rating” a cuatro autonomías, porque “sus presupuestos ilustran previsiones en las que no se puede confiar”.
El peor momento económico en medio siglo
Por no remontarnos más que a los últimos 50 años, la economía española ha tenido sin duda momentos muy difíciles. En 1958 el agotamiento del modelo de desarrollo autárquico situaría nuestra economía al borde del colapso, frente a ello el grupo de economistas más capaces que España ha tenido jamás, pondría en marcha un Plan de Estabilización con un éxito tan espectacular, que en poco más de 15 años nos haría pasar del subdesarrollo a la industrialización, y crearía una importante y vigorosa clase media. En 1977, el desastre político y económico de la Transición nos situaría de nuevo al borde del abismo, los Pactos de la Moncloa, aunque fracasaran en su parte estructural, evitarían lo peor.
Con Felipe González, Boyer y Solchaga llevarían a cabo una política económica disparatada, manteniendo tipos de interés que superarían el 20% en el 82 y el 83, y promediarían el 15% hasta el 96 - “es la mejor forma de hundir un país”, exclamaría asombrada la Sra Thacher, en una conferencia en la Fundación Del Pino”-, y el propio González, el único presidente capaz de reconocer sus errores, diría muy irritado en los 90 que “estos tipos de interés no han contenido la inflación y han arruinado la economía”. La entrada en la entonces Comunidad Europea nos salvaría del desastre, pero no sin que antes sentaran las bases de la destrucción de la industria española en la mal llamada “reconversión industrial”, que pasaría del 37% del PIB en 1975 a menos del 15% hoy, y del sistema de generación eléctrico con la moratoria nuclear, con lo que el recibo de la luz es hoy el doble de lo que debería. En 1996 después de varias devaluaciones Solbes dejaría quebrados el Estado y la Seguridad Social, y González perdería las elecciones por razones económicas y no por el GAL ni la corrupción, una broma comparada con la actual.
Aznar reequilibraría las cuentas con algunos recortes iniciales, pero sobre todo con la venta de las joyas de la corona, las grandes empresas públicas, que convertirían los monopolios públicos con precios regulados en oligopolios privados con precios libres. Con la entrada en el euro, el hundimiento de los tipos de interés y el exceso de liquidez harían el resto, la economía crecía sin parar y el gobierno del PP no hizo absolutamente nada por controlar el proceso y menos aún el realizar las reformas estructurales imprescindibles, antes al contrario, todas sus acciones se dirigieron a la consolidación y enriquecimiento de los monopolios privados, suprimiendo toda competencia efectiva.
Una cosa es obvia, que como afirma Juan Roig, “lo peor está por llegar”, y la única duda es si lo peor será sólo eso, peor, o se convertirá en una catástrofe, dependiendo de lo que decida la Angela Merkel los próximos 24 y 25 sobre la compra de deuda
En mayo 2006, la Asociación de Inspectores del BdE enviaría una carta al nuevo vicepresidente económico Pedro Solbes, criticando duramente la “actitud totalmente pasiva” del gobernador Jaime Caruana (íntimo de Rodrigo Rato) “ante el insostenible crecimiento del crédito y la creciente acumulación de riesgos inasumibles en el sistema bancario, derivados de la anómala evolución del mercado inmobiliario, causa principal de la extraordinaria subida de precios de la vivienda entre 2000 y 2006”. La carta no tuvo respuesta. Sus homólogos en Islandia, gobernador y vicepresidente, han ido a parar a la cárcel, junto con los principales banqueros del país, después de la revuelta social originada por el desastre económico y que derribó al Gobierno.
Sobre este modelo del PP, con desequilibrios insostenibles, un Zapatero bastante incompetente llevaría a España a la peor situación económica en medio siglo. El mayor endeudamiento, no ya de nuestra historia sino del planeta, el 280% del PIB, un modelo de Estado que genera un déficit estructural gigantesco imposible de financiar, un paro real del 25%, un sistema financiero quebrado que adeuda 700.000 millones de euros al exterior, la energía más cara de Europa y una productividad y un sistema educativo tercermundistas, que hacen la salida imposible. Y lo que es infinitamente peor, un empobrecimiento masivo de la mayoría de la población, parte de la cual vive ya en condiciones de subsistencia, mientras una clase social muy alta que ni siquiera paga impuestos, con acceso privilegiado a los recursos y poderes del Estado, se enriquece en forma jamás vista en nuestra Historia: en concreto, un 90% de las familias está perdiendo renta real, un 60% casi no puede llegar a fin de mes, y un 23% está por debajo del umbral de la pobreza. El índice de miseria se ha duplicado desde 2007.
Y entonces llega Moody´s
Y entonces llega Moody´s y reduce por segunda vez en siete meses el “rating” de la deuda española y además la pone en perspectiva negativa, es decir, con la amenaza de volverla a reducir en breve, y da tres razones para justificarlo. La primera la incapacidad del Gobierno para controlar el gasto de las CCAA, ocho de las cuales no han cumplido los objetivos de reducción de déficit, y en su opinión tampoco cumplirán en 2011 ni en 2012. Eso lo oficial, off the record el mercado comenta que si en la única CCAA en la que se han levantado las alfombras por el cambio político, Cataluña, el déficit era el doble del oficial, no hay razón alguna para pensar que la situación no sea análoga en el resto, lo que llevaría a nuevas bajadas. La segunda, que las necesidades de capital de las cajas, y en eso coinciden con Fitch, oscilan entre un mínimo de 40.000 millones y un máximo de 120.000, nada que ver con la cifra del BdE, que ha infravalorado escandalosamente las provisiones. La tercera, que el estancamiento de la economía agravará aún más los dos problemas anteriores.
¿Y ahora qué pasa? Pues que más allá de la declaración de guerra del Gobierno a la agencia, el efecto útil será que en pocas semanas, salvo milagro alemán, es decir, compra masiva de deuda española, el diferencial subirá cerca de 100 puntos básicos, lo que significa que España tendría que pagar por su deuda 29.000 millones de euros anuales más, que sumados a los 17.000 millones adicionales que tendremos que pagar por nuestra energía para consumir lo mismo, representan un agujero añadido de 46.000 millones, equivalente al 4,4% del PIB. Adicionalmente Moody´s rebajó también el “rating” de cuatro CCAA, Cataluña y Valencia entre ellas, y prepara la rebaja en bloque de hasta 30 entidades financieras, lo que hará más difícil y caro obtener la liquidez necesaria, algo de lo que el BdE tiene toda la culpa, por la lentitud, la opacidad y las mentiras, con la que ha llevado a cabo todo el proceso.
Dicho esto, una cosa es obvia, que como afirma Juan Roig, “lo peor está por llegar”, y la única duda es si lo peor será sólo eso, peor, o se convertirá en una catástrofe, dependiendo de lo que decida la Angela Merkel los próximos 24 y 25 sobre la compra de deuda, que por cierto, está que echa venablos por la mendacidad de Zapatero, que dio barra libre al endeudamiento con el aval del Estado a Cataluña y a quien le dio la gana, solo tres días después de comprometerse “firmemente” a controlar el déficit. El mayor problema es que sus electores, sus socios de Gobierno, y sus asesores la exigen que imponga un plan de quiebras ordenadas, y la aplicación de quitas a los acreedores de deuda soberana"

miércoles, 9 de marzo de 2011

¿Tenemos políticos corruptos porque toleramos la corrupción?

Artículo de José Antonio Zarzalejos, extraído de El Confidencial, que habla sobre corrupción política y economía sumergida:

Los corruptos que claman contra la corrupción

"Según asegura un estudio de la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS), la economía sumergida en España alcanzaría la desesperante cifra del 17% del PIB y, si emergiese, reduciría en número muy considerable la cifra de nuestros desempleados. Es obvio que los responsables de la economía sumergida son unos corruptos a distintas escalas, pero corruptos y, por lo tanto, insolidarios, merecedores de reproche social y de sanción administrativa y, en su caso, penal.

¿Quiénes son? Veamos. La señora de economía familiar saneada que paga 600 euros al mes a su empleada doméstica -por lo general inmigrante- a la que no da de alta en el régimen correspondiente de la Seguridad Social. El patrón de una pequeña empresa que hace negocios de construcción y que, además de emplear rotatoriamente a parados que perciben o el subsidio, cobra en negro a sus clientes y, por lo tanto, sin IVA. El dentista que hace que su enfermera o recepcionista pregunte al paciente si quiere factura de la intervención que le ha practicado, y si la respuesta es negativa, el dinero no pasa a los libros. El comprador y vendedor de una vivienda, que se ponen de acuerdo para que una parte del precio sea en B, con lo que abonan en cascada menos impuestos, desde el de valor añadido al de plusvalía. El industrial que crea una factoría ilegal en una pabellón periférico en el que hace trabajar doce horas seguidas por un sueldo mínimo a extranjeros -chinos, peruanos- elaborando copias e imitaciones de productos de lujo (bolsos, carteras, pañuelos) y los comercializa en redes incontroladas de mercados y mercadillos, todo ello sin pagar un solo euro a la Hacienda Pública y con grave explotación de los trabajadores.

Y en general, son corruptos los profesionales que no documentan y abonan con artilugios defraudadores el total de sus ingresos; o los altos directivos que no declaran en su IRPF los pagos en especie, o tantos y tantos que defraudan -a veces poco, a veces mucho- en la confianza de que la Inspección de la Agencia Tributaria no les atrapará. Y todos ésos que no pagan las sanciones administrativas por infracciones de distinta naturaleza, eludiendo hasta las vías de apremio mediante alzamiento doloso de sus bienes.

Muchos de estos corruptos sociales son los que, en ocasiones, se indignan con los políticos también corruptos de la trama Gürtel, de los ERE's fraudulentos en Andalucía o de la rebatiña de latrocinio en Baleares. Son tan hipócritas que hablan en alto en los restaurantes por la insoportable rapiña de los políticos; escriben cartas al director en tono moralista y cívico, participan acusadoramente en redes sociales y se llevan las manos a la cabeza por la marcha del país.

La corrupción de la economía sumergida hace pinza con la política y crea un clima moral asfixiante e hipócrita. Aunque ofrece explicaciones al hecho de que en España no se haya producido un estallido social. Porque si a los sistemas de protección social y al colchón protector que sigue representando la familia en España se une esta ocultación de actividad económica y laboral, parece claro que la normalidad que se observa en muchos aspectos resulta sólo aparentemente incoherente con las terribles cifras macroeconómicas que nos atenazan.

Un 17% del PIB en economía sumergida constituye una inmoralidad cívica tan aplastante y bochornosa que se impone una acción pública y social que la reproche severamente. Porque si no se sanea la conciencia colectiva del país, ocurre que los políticos corruptos son asumidos con cierta normalidad por los electorados; que los escándalos de corrupción no provocan el rechazo de los electores que siguen depositando su sufragio a favor de personas turbias, quizás porque su corrupción es juzgada con el mismo rasero benévolo que la propia. Entramos -estamos ya- en un círculo vicioso en el que los corruptos claman contra la corrupción cuando están instalados en ella sin aflicción o remordimiento alguno.

Así nos va: con un 17% del PIB economía sumergida y con una convivencia en la que, a veces, el más reputado es siempre el más pícaro, el más defraudador y hasta el más delincuente. Que nadie se engañe: los políticos corruptos son a menudo el simple reflejo de la laxitud de las sociedades que les soportan."

miércoles, 2 de marzo de 2011

No a los políticos corruptos en las listas electorales

Dejo este enlace, extraído de El Confidencial, si estás en contra de que los partidos políticos presenten en las próximas elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayos candidatos imputados en casos de corrupción (en España no hay separación de poderes, el control ejecutivo controla el poder judicial designando jueces o fiscales de su conveniencia o signo político):

http://actuable.es/peticiones/echemos-los-corruptos-las-listas-electorales