martes, 31 de enero de 2012

Sí a la media maraton de Coslada

Me gustaría estar equivocado y tragarme estas letras que escribo, pero sí, me da pena que después de 33 ediciones, una de las medias maratones con más ediciones a sus espaldas pueda echar el cierre víctima de la época de crisis que vivimos: “el tiempo se lleva las personas, los políticos sus ilusiones”.


No le voy a dedicar más tiempo en estas líneas a quién creo que no se la merece, así que me centro en los recuerdos que me trae esta media, la de mi pueblo de toda la vida. Desde hace muchos años, por medio de nuestro padre, estamos relacionados con ella. Cuando todavía eramos unos críos, nuestro padre se aficionó por este deporte, que creo que sería muy minoritario por aquel entonces. Entonces no se contaba con el material del que disponemos ahora (GPS, móviles, buff, pantorrilleras, manguitos, ropa transpirable,…) ni tampoco con mucho tiempo por las tardes, pero seguro que la ilusión era la misma.

 Hasta años recientes, a mí nunca me gustó correr, así que los acercamientos para ver a nuestro padre se producían durante la media de Coslada, como espectadores. Unas veces lo veíamos desde la calle, pero otras teníamos cogida la hora para cuando pasaban por la calle Sevilla y les animábamos desde la terraza del piso. Él siempre miraba, ya fuera solo o acompañado por sus compañeros de club de Coslada, ya que iba a ser casi imposible que le viéramos en otros momentos; aunque puede que si nos acercáramos alguna vez a la meta... Me imagino que le haría mucha ilusión, como la alegría que daba cuando les daban una naranja, por la zona de los chalets, o esponjas para refrescarse por la calle Doctor Fleming. No sé el número exacto de ediciones que disputó (desde finales de los 80 hasta, creo, la del año 2003, nefasto para nuestra familia), pero fueron unas cuantas, en las que llegó a bajar en alguna de la hora y treinta minutos (si dijera la hora y veinticinco me podría estar equivocando).

Cuando ya sí me gustó correr, como homenaje muy posiblemente, decidimos que teníamos que participar en la media de nuestro pueblo, correr por las mismas calles (aunque el circuito hubiera variado y ya no se pasara por las calles del polígono viejo), recibir los aplausos de los amigos y vecinos, respirar el aire de una carrera que se había integrado en los últimos años en el circuito de carreras como preparación para el MAPOMA.
Así que allá por el año 2009 participamos en dicha media maratón (Moro, Entorviscao, el brother y yo), media no masificada y con ambiente muy popular, con un trazado poco vistoso, pero rompe-piernas, que nos dejó magníficas sensaciones. Al inicio te podías cambiar en el Pabellón de La Vía, luego saludabas a los amigos y conocidos, más tarde te ponías en marcha y recorrías el casco viejo, el barrio del Puerto, la zona de los chalets, la Ciudad-70, Valleaguado… y terminabas otra vez en el Pabellón de la Vía. Y no veas la alegría que te entraba al terminar y poder disfrutar en muy buena compañía de unas buenas cervezas junto a unos bocadillos de panceta, chorizo o morcilla… Y así durante el año 2010 (ya agrupados en la Casa Extremadura de Coslada), el año 2011…
Historias sencillas* para una media histórica, con 33 ediciones a sus espaldas y parece que, por desgracia, sentenciada a morir…
*Gacelas de Madrid, Klass, Unyko, Caprus, Forofos del Running, como Retamalejo, Unión Atlética Coslada (como organizadora y gran responsable del éxito de la prueba) y tantos otros… pueden atestiguar la buena acogida y ambiente de esta media humilde, pero entrañable.

 Por una nueva edición, para que los corredores populares puedan disfrutar de una carrera humilde, pero entrañable. Actúa!!! *


*Gracias por la idea, Isma!!!