jueves, 17 de noviembre de 2011

NJD

Veo a los políticos (hasta el domingo demandarán nuestro cariño) como intermediarios que favorecen a sus partidos y a sus medios de comunicación afines y a los bancos y las grandes empresas que son las que tienen el capital.

La crisis vino provocada por bancos en EEUU y se extendió al resto de bancos. Dejaron de confiar entre ellos y se acabo el prestarse.

Importaba que la gente consumiese, que es para lo que se nos está educando desde los medios de comunicación, por medio de la publicidad, y se prestaba dinero hasta para irte de viaje a la depuradora de Valdemingómez o para comprar todos los accesorios de Juana Montañas. Eso mientras los bancos tenían dinero. Pero se acabó el dinero, la gente se había metido en hipotecones a 30 o 40 años, y por 200.000, 250.000 o 300.000 euros. Empieza a descender el consumo, disminuye la demanda, se compran menos pisos, y hala, millones de personas al paro (muchos de la construcción al estallar la burbuja inmobiliaria española).

Eso sí, solución política en España, que los ciudadanos (los que pagan impuestos), por medio del FROB, financien a cajas y bancos, sobre todo a las cajas, donde los políticos están metidos en sus órganos directivos. Estas cajas han financiado a los partidos políticos y han concedido préstamos para construir en cualquier sitio. Se acabó la compra de pisos y las cajas se comen esos préstamos que han concedido y que no van a poder cobrar (aunque sigan cobrando intereses a los promotores inmobiliarios). Pero claro, a los bancos y a las cajas no pueden caer, y menos mal que, a veces, se destapa el caso de las indemnizaciones millonarias a directivos que han llevado a las cajas a dicha situación.

Más soluciones aportadas por nuestros políticos, recortar el gasto público: reducción del salario de los funcionarios, retrasar pagos (o no pagar) a proveedores, que los medicamentos recetados por la SS sean genéricos (totalmente de acuerdo), subida de impuestos (IVA) o tasas municipales (en Coslada, seguramente, una tasa para censar animales, o en Madrid, repercutir el gasto de los bomberos), en fin, que los ciudadanos paguen por servicios que antes no pagaban o soporten una mayor carga tributaria.

Como la gente tendrá menos renta disponible, ya sea por estar en el paro, ya sea por soportar más impuestos y pagar por servicios que antes no pagaban, disminuirá el consumo por cohooones. Si disminuye la demanda, ¿cómo van a crear los emprendedores puestos de trabajo, si además los bancos les prestán a un tipo de interés del 6, 7, 8 o 9%? No tendremos paro, tendremos un muro de humanidad en sus casas, que, cómo no se podrán pagar, acabarán en casas de familiares, en las calles o en las márgenes de los ríos. ¿Quizá habrá que disminuir también las indemnizaciones por despido para echarles una manita, aunque aumente más el paro? No me cuadra algo para salir de la crisis. Apostaría por el NJD (nos jodemos todos), porque sí, hay que salir con sacrificios, pero para todos…

Por lo menos nos queda la tele y así tenemos para ver los amoríos de Belén Esteban, si Lidya Lozano sigue viendo fantasmas, los sucesos de las noticias, cómo es el hijo/a de Sarkozy y Bruni o la cantidad de famosos que conoce Pablo Motos, por no hablar de los canales de calidad que han aparecido con la TDT.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Negro, negro

No somos el único país en el que la economía está mal, pero nuestra modelo productivo se agotó, solo existía el ladrillo y era así porque tanto bancos, promotoras inmobiliarias, constructoras, ayuntamientos, CCAA y hasta el Estado se forraron de una u otra forma. ¿Para qué ponerle freno, si hasta el paro estaba en mínimos históricos?

Ahora hacen falta soluciones, ya que el dinero no aparece. Puesto que los políticos no se van a poner (casi) nunca de acuerdo para lograr un pacto de Estado que salve la situación y tienen controladas las Cajas en los órganos directivos, la Justicia (que es hasta más lenta que yo corriendo), las televisiones autonómicas y estatales y muchos otros medios de comunicación, su política de financiación es totalmente opaca, y vayan a votar más o menos millones de personas dará igual porque siempre habrá el mismo número de Diputados y Senadores, ¿qué es lo que puede hacer el ciudadano? Quizá consolarse con los Audis que se gastan los jugadores del Real Madrid o Barcelona o con la vida privada de Belén Esteban o Rosa Benito...

Aunque quizá no sea toda la culpa de los políticos. El que tenga trabajo y va en coche puede comprobar por la mañana que no es muy difícil que otro conductor se salte las normas a la torera (es improbable el día en el que no muere alguien en la carretera).

Si seguimos con el tema del trabajo (perdón por no mencionar a los 5 millones de parados), también se producen muertes en el tajo -algo que, por desgracia, ya vivimos en mi familia hace ocho años-.

¿Y qué ocurre con esos cientos de mujeres que mueren al año en este país por el terrorismo machista? ¿Es de ser de un país desarrollado?

¿Se lucha suficientemente contra algunas enfermedades en este país que se llevan también la vida de miles de personas al año? Muchas son inevitables, ¿pero se les da la suficiente importancia en su lucha contra ellas ya sea invirtiendo el Estado en Sanidad y en políticas de I+D+i?

Lo veo muy negro, pero así tampoco soluciono nada...